QUERER

Querer y no poder, a menudo, deseamos cosas que sabemos que no nos llevarán más allá de nuestras posibilidades. Queremos lo que tiene el vecino, deseamos lo que hace nuestra amiga, pero casi nunca nos ponemos a pensar que lo que nosotros tenemos es algo que nuestro vecino, nuestra miga también anhelan. Hay momentos en la vida que deseamos no desea, ya que aquello que deseamos nos hará más infelices. Deberíamos plantearnos que todo lo que poseemos es lo que debemos poseer, y que aquello que queremos no es sino un mero reflejo, de algo que nos come por dentro. Divagar, divagar, hay momentos en los que ni yo misma sé que deseo.

Sentimientos

Sentimientos,
en un sentido ambiguo, sentimientos los consideramos como las emociones que dentro de nosotros surgen por algún hecho concreto, esos sentimientos pueden tener muchas connotaciones. La mayoría de las veces nos consideramos incapaces de darles forma, son tan ambiguos que es imposible explicar con palabras lo que dentro de ti sucede. En el amor esos sentimientos suelen doler tanto que a veces intentamos ocultarlos, esconderlos o darles otra forma que no sea lo que realmente sentimos. Nos asustamos de lo que sentimos, nos escondemos de lo que queremos y generalmente, mente y corazón no hacen sino un matrimonio que la mayoría de las veces nos conduce a un punto del que no quisiéramos salir. Si siempre hiciéramos lo que el corazón nos dicta nuestra vida cambiaría cada momento, cada instante, pero gracias al raciocinio, que por alguna razón a veces somos capaces de poner en práctica no hacemos sino lo que deberíamos hacer. Cada momento de tu vida depende de tus propias decisiones, pero estas decisiones no son sino las que debemos hacer.
¿Qué sucedería si en vez de ir por el camino que vamos hiciéramos más caso a lo que realmente queremos hacer?
No sé, no sé si realmente lo que quiero hacer es lo que en el fondo me gustaría hacer. Cada momento de mi vida es una imagen fija de cómo han tenido que ser las cosas. Nunca me he arriesgado, nunca he hecho algo que pudiera complicarme el resto de mi vida. Pero no sé si quiero realmente hacer algo que pudiera hacer que varíe la dirección hacia la que se dirige mi vida…

Estar o no estar

A veces, son los propios sentimientos los que comienzan a traicionarte.
Escribo y borro.
Vuelvo a escribir, y leo lo que hay y no le encuentro sentido.
Este momento, es mejor obviarlo, ya que parece que en cualquier momento se te volverá en contra tuya.
Son momentos, son situaciones, que conforme pasa el tiempo y suceden los acontecimientos te hace ver las cosas de distinta manera. No lo entiendo, no lo puedo asimilar, es un barullo de emociones, a las que intentas ponerles nombre, a las que intentas asociar a cualquier otro momento, y claro, evidentemente, eso no es posible, si no consigues unir y colocar cada uno de los trozos en los que tu alma se ha roto.
Son ideas, son emociones, son anhelos...
Lo intento, intento expresar en palabras lo que en mi interior, en momentos se hace claro. No lo consigo, no puedo sino divagar en medio de un caos absoluto. He de intentar, lo tengo que conseguir. debo, si, me lo impongo, estoy obligada a reflexionar, a intentar ordenar algo de lo que hay dentro de mí. Cada una de nuestras acciones condiciona a las demás, aunque vuelvo a creer que esas decisiones ya está tomadas por nosotros,
..............................las cosas no son sino las que deben ser.