Si esto hubiera ocurrido antes...

Pues eso, que si te hubiera visto hace 14 años, quizás no te habría mirado dos veces, tú eres menor, tú eras diferente y yo quizás no estaba lo centrada que debiera estar. Si nos hubiéramos conocido antes, quizás no sintiera lo mismo que siento ahora, si nos hubiéramos conocido antes habríamos pasado cada uno por su lado, si nos hubiéramos conocido antes, a lo mejor, ahora no estaríamos igual. Por eso creo, espero, que el que hayas llegado a mi vida después sea algo que signifique algo más que si te hubiera conocido antes...

Un beso

Un beso, eso es todo lo que necesito, un beso tuyo que me haga sentir mujer, un beso tuyo con el que pueda empezar a soñasr otra vez, un beso, con el que pueda cerrar los ojos y volver diez años atrás. Existen momentos, en los que los anhelos no hacen sino empañar esos momentos. No podemos disfrutar con lo que deseamos, porque aquello que deseas es lo que te destruye.
Guardo en mi memoria los momentos que nunca fueron. Los adorno como si fueran recuerdos de otro, ya que tengo miedo de recordar cosas que nunca pasaron.
Un beso, eso es todo lo que quiero…

QUERER

Querer y no poder, a menudo, deseamos cosas que sabemos que no nos llevarán más allá de nuestras posibilidades. Queremos lo que tiene el vecino, deseamos lo que hace nuestra amiga, pero casi nunca nos ponemos a pensar que lo que nosotros tenemos es algo que nuestro vecino, nuestra miga también anhelan. Hay momentos en la vida que deseamos no desea, ya que aquello que deseamos nos hará más infelices. Deberíamos plantearnos que todo lo que poseemos es lo que debemos poseer, y que aquello que queremos no es sino un mero reflejo, de algo que nos come por dentro. Divagar, divagar, hay momentos en los que ni yo misma sé que deseo.

Sentimientos

Sentimientos,
en un sentido ambiguo, sentimientos los consideramos como las emociones que dentro de nosotros surgen por algún hecho concreto, esos sentimientos pueden tener muchas connotaciones. La mayoría de las veces nos consideramos incapaces de darles forma, son tan ambiguos que es imposible explicar con palabras lo que dentro de ti sucede. En el amor esos sentimientos suelen doler tanto que a veces intentamos ocultarlos, esconderlos o darles otra forma que no sea lo que realmente sentimos. Nos asustamos de lo que sentimos, nos escondemos de lo que queremos y generalmente, mente y corazón no hacen sino un matrimonio que la mayoría de las veces nos conduce a un punto del que no quisiéramos salir. Si siempre hiciéramos lo que el corazón nos dicta nuestra vida cambiaría cada momento, cada instante, pero gracias al raciocinio, que por alguna razón a veces somos capaces de poner en práctica no hacemos sino lo que deberíamos hacer. Cada momento de tu vida depende de tus propias decisiones, pero estas decisiones no son sino las que debemos hacer.
¿Qué sucedería si en vez de ir por el camino que vamos hiciéramos más caso a lo que realmente queremos hacer?
No sé, no sé si realmente lo que quiero hacer es lo que en el fondo me gustaría hacer. Cada momento de mi vida es una imagen fija de cómo han tenido que ser las cosas. Nunca me he arriesgado, nunca he hecho algo que pudiera complicarme el resto de mi vida. Pero no sé si quiero realmente hacer algo que pudiera hacer que varíe la dirección hacia la que se dirige mi vida…

Estar o no estar

A veces, son los propios sentimientos los que comienzan a traicionarte.
Escribo y borro.
Vuelvo a escribir, y leo lo que hay y no le encuentro sentido.
Este momento, es mejor obviarlo, ya que parece que en cualquier momento se te volverá en contra tuya.
Son momentos, son situaciones, que conforme pasa el tiempo y suceden los acontecimientos te hace ver las cosas de distinta manera. No lo entiendo, no lo puedo asimilar, es un barullo de emociones, a las que intentas ponerles nombre, a las que intentas asociar a cualquier otro momento, y claro, evidentemente, eso no es posible, si no consigues unir y colocar cada uno de los trozos en los que tu alma se ha roto.
Son ideas, son emociones, son anhelos...
Lo intento, intento expresar en palabras lo que en mi interior, en momentos se hace claro. No lo consigo, no puedo sino divagar en medio de un caos absoluto. He de intentar, lo tengo que conseguir. debo, si, me lo impongo, estoy obligada a reflexionar, a intentar ordenar algo de lo que hay dentro de mí. Cada una de nuestras acciones condiciona a las demás, aunque vuelvo a creer que esas decisiones ya está tomadas por nosotros,
..............................las cosas no son sino las que deben ser.

Estado terciario

Me paso, me salto el segundo estadio, ¿por qué?, pues no lo sé. Cuando empiezas a pensar en el amor, seas un adolescente, un adulto, o incluso un anciano que has vivido y sentido millones de experiencias, no crees que pueda ser complicado. Me gusta, me atrae, lo admiro, lo deseo, son muchos los sentimientos que afloran en tu piel, y son tan dulces que no puedes dejar de pensar que todo irá bien. El amor no es tan fácil, el amor no es cosa de dos, el amor realmente, no es nada. Muchos admiten y creen que no es sino una reacción química que se da en nuestro organismo, como tal reacción, necesita de periodos de tiempo, primero para empezar, después para desarrollarse y posteriormente para desaparecer. Muchas veces he pensado que esta definición no es sino una excusa de alguien que no se ha enamorado jamás, o de alguien a quien el amor no lo ha acompañado en su vida.
Durante toda nuestra vida vivimos muchos momentos, no todos son los que quedríamos, ¡ qué le vamos a hacer! la vida no es sino un camino de amargura, ya que cada una de nuestras acciones sólo llevan al cierre de muchas más acciones. Desde que nacemos estamos predestinado a un tipo de vida, no es lo mismo nacer en Kenia que hacerlo en Madrid, no es lo mismo que tu familia no tenga problemas o que desde el momento de tu concepción la vida que rodea a los tuyos no es sino un sufrimiento. Por eso el amor es así, porque durante el tiempo que nos acompaña siempre está condicionado. Durante toda mi vida no he hecho sino lo que creía que debía hacer, cada uno de mis actos me han conducido al siguiente, como si un invisible camino me fuera acercando a ti, o quizás pasé por tu lado en algún otro momento y ni nos miramos a los ojos. Por eso en estos momentos miro hacia atrás, y creo estar convencida que este tipo de amor no es sino un reflejo de lo que podría haber sido. Lo pienso, lo pienso, lo pienso, madre, sólo pienso y así y más me convenzo cada día que no es lo que siento lo que debería sentir. No creo en el arrepentimiento de las consecuencias de tus actos, como personas adultas debemos aceptar lo que hacemos con todas sus consecuencias, por eso sigo pensando, qué haría si las cosas se pusieran a favor de los sentimientos y no de la razón. Este el tercer estado, el caos en los pensamientos, la lucha interna que cada día se desarrolla dentro de tu alma. El momento en que cualquier paso en falso puede acarrear un cambio
¿o quizás esto ya esté escrito y las cosas han de ser así?

Estado Primero

Parece que se te va a salir de su sitio
Crees que te falta el aire
No puedes respirar
y contraes los músculos de tu cara para que nada ni nadie sean capaces de descubrir lo que te duele por dentro.
No sabes cómo pudo pasar.
Sueñas con el primer día, y darías marcha atrás, deseas no haber cogido el teléfono, deseas que te hubieran llamado después y decir que ya no, anhelas el que algo hubiese sucedido para no estar en el sitio justo en el momento más inapropiado. Si lees crees que algo malo ocurrió, que algo horrible te sucedió, en este momento y pensando en las cosas que después ocurrieron te convences, te crees que si, que ese día empezó el resto de tu vida. Que en ese momento de coger la llamada y aceptar tu oferta el resto de tu vida ya no sería como hubiera sido. El destino es así, caprichoso, huidizo, aún con todo escrito, aún con un guión pensado sólo para tí, cada momento de tu vida crees que el resto no sería así. Una llamada, un café y desde ese día tu vida, aún siguiendo el camino, gira hacia otro mundo que no conoces.
Este es el primer estado, una ventana a un mundo nuevo lleno de sorpresas, amarguras y como no muchas lágrimas, añorando el camino que llevabas antes y en el que las sorpresas eran tan conocidas que podías llamarlas por su nombre.
Spinoza dijo: "El que imagina aquello que ama afectado de alegría o tristeza, también será afectado de alegría o tristeza; y uno y otro de estos afectos será mayor o menor en el amante, según uno y otro sea mayor o menor en la cosa amada"
¿cómo te sientes? ¿eres el mayor o el menor?

Wikipedia: "El enamoramiento es un estado emocional surcado por la alegría y la satisfacción de encontrar a otra persona que es capaz de comprender y compartir tantas cosas como trae consigo la vida. Desde el punto de vista bioquímico se trata de un proceso que se inicia en la corteza cerebral, pasa al sistema endocrino y se transforma en respuestas fisiológicas."

¿FISICO O EMOCIONAL? hasta el siguiente estado no lo consideramos importante